viernes, 9 de marzo de 2018

100 AÑOS DEL VERGONZOSO SEVILLA, 22; BETIS, 0

Nada menos que un siglo se nos cumple mañana ( o quien lo lea mañana, día 3 ) de lo que fue la mayor ignominia registrada en los anales del fútbol sevillano, cuando tal día como hoy, el Sevilla venció por 22 goles a cero al equipo infantil del Betis, en una demostración de cobardía y de vileza que contribuyó a que con el paso de los años sirviera como primera prueba incuestionable del daño que el otro club de la ciudad hiciera lo que estuviera en su mano para que el Betis desapareciera.

La historia se remonta a un tiempo cuando los campeonatos locales y regionales, unidos a la Copa de España, eran los torneos que precedían a una Liga que se inició en 1929. Lo elitista del fútbol en aquel tiempo sólo permitía que los campeones regionales tuvieran acceso a la Copa, mientras que los subcampeones tuvieron que aguardar algunos años más para participar en un trofeo constituido a mediado de los años 20 de forma más democrática.

El contexto de la ciudad, en 1918 Sevilla vivía por primera vez la Cabalgata de Reyes, se edificó el Monumento a la Inmaculada, mientras que en noviembre se expuso en el Ayuntamiento del Manifiesto Andalucista redactado por Blas Infante. Los toros seguían siendo la afición de moda, pues aquel año se inauguraba la Monumental en tiempos de Joselito y Belmonte. En mayo se inauguró el diario La Unión, mientras que la gripe hacía estragos y en Semana Santa se estrenaba la Campana para el recorrido oficial...

En el terreno futbolístico nos hallamos en un momento en que el Betis comenzaba a superar un bache generacional desde el año 1916, y aquel conjunto sólido que había ganado tres títulos de Sevilla estaba siendo renovado por nuevos deportistas. Lo cierto, es que en su nuevo campo de la Enramadilla el Balompié se mostraba intratable y más tarde se las vería con el eterno rival, el Sevilla FC, quien empezaba a estar mejor situado tanto económicamente como en los estamentos dirigentes del fútbol andaluz.

El precedente anterior al 22 a 0, es en el segundo de los dos partidos valederos para el Campeonato cuando el Betis se impone en la Enramadilla por 3 a 1 al Sevilla FC. En el primero perdió el Betis 3-2. 

La cita se rodea de incidentes desagradables, pues un jugador sevillista es abofeteado por un incontrolado; mientras que un joven pretende apuñalar sin consecuencias de gravedad al futbolista Pérez. Varios equipiers y aficionados son trasladados a la clínica de socorro del Prado.

Ante los hechos, el Betis envía a la clínica una comisión para protestar y desmarcarse de que ninguno de los supuestos agresores, al igual que el joven sacado por las fuerzas del orden, " no son socios del Balompié ", así lo anunciaba El Correo de Andalucía, quien a su vez también relataba lo que más abajo leeremos:



 "Al término del partido surgió una disputa entre algunos jugadores que se extendió entre los demás como  el reguero de la pólvora. La cosa tomó tales caracteres, que tuvo que interrumpir la fuerza de seguridad y algunos soldados de artillería, que detuvieron a  los que hacían más goals, dejándolos detenidos en el cuartel."  Por lo tanto, algunos de los jugadores sevillistas fueron también detenidos.

Pero queda por jugar un desempate. Sería el campo sevillista de la Reina Victoria, elegido al parecer por sorteo. 

Resta poco para el choque cuando el Teniente General Ximénez de Sandoval prohibe sorpresivamente a los jugadores que prestaban el servicio militar jugaran partidos de fútbol. Los jóvenes Canda y Artola se alinearon en el anterior encuentro. Ante tal abuso, es cuando la Directiva bética presidida por Roberto de Vicente, decide enviar al equipo infantil a modo de protesta.

La casualidad será que al año siguiente, estos dos mismos jugadores pasarían a engrosar las filas del eterno rival, en una época además que estaba prohibido fichar; eran los tiempos del amateurismo marrón. Pero los poderosos se lo saltaban.

Parte de la crítica de un medio parcial gaditano, como el que presentamos a continuación, expone clarisimamente que " el Sevilla no debió jugar contra un equipo infantil ", así como que la Federación Regional "debe castigar a este club" .

Pero lo cierto es que el resultado quedó inamovible. La Federación consiguió la taquilla que buscaba, no importando que el colegiado designado para el encuentro, el señor Montero, viajara desde Madrid para nada. 

Sin pretender explayarnos en la crónica de lo poco que se sabe de aquel partido, hay datos más o menos objetivos de que los niños béticos ( que todavía solían vestir de azul y blanco ) se introdujeron algunos balones en la propia portería bética, mientras que algunos fueron expulsados.

Los historiadores sevillistas pretenden excusar la abusiva goleada a una situación derivada por lo sucedido en la Enramadilla, sin embargo ¿ no hubiera resultado una venganza más apropiada jugando hombres contra hombres ? 

Abajo, una imagen muy divulgada que se ha expuesto como aquella que jugó el 3 de marzo de 1918 en terreno sevillista de la Reina Victoria y que perdió por 22 a 0.


Todo un siglo, cien años de algo que no debe olvidar jamás el beticismo. Efeméride singular que nos debe recordar y refrescar siempre que el enemigo se halla en Nervión, que sus malas artes no han cesado pero que nunca han conseguido su objetivo. 

Recordando a Haze:

"un veintidos a cero contra infantiles, 
me recuerda que hay simil 
entre el fútbol y las guerras."

By Rafael Medina Delgado.