INICIACIÓN AL COLECCIONISMO: EL BETIS
Hace ya varios años en los que la llegada de internet nos ofrece un sinfín de posibilidades que algún tiempo atrás nunca hubiéramos pensado, entre ellas se favorece el nacimiento de nuevas aficiones y la ampliación de otras, como por ejemplo es el coleccionismo, que es sobre lo que aquí queremos modestamente orientar mediante algunos consejos generales.
En primer lugar, todo aquel que de alguna forma desee comenzar a coleccionar, recomiendo tenga una idea principal para que la cual se diversifique, evolucione y amplíe con el paso del tiempo. Si somos béticos y nos llama la atención cualquier artículo: quizás aquella entrada de nuestro primer partido, algunos cromos que teníamos de más jóvenes, un par de carnets o abonos que todavía están en algún cajón olvidados, una bufanda de hace unos años que permanece por ahí colgada.....por decir algunos ejemplos, quizás decidamos reunir todo eso y colocarlos en una estantería de un lugar indeterminado de nuestra vivienda. Pero quizás también anhelamos una camiseta oficial firmada por un jugador o bien cualquier otra cosita que nos llame la curiosidad. Es decir, se nos enciende a cualquier edad la chispa del coleccionismo, de adquirir y poseer aquello que nos trae un trocito de nuestro club, para así tenerlo a la vista y a veces también al tacto siempre que queramos.
Si el saber lo que queremos es básico para comenzar, también es importantísimo tener alguna disponibilidad económica, pues como en botica, aquí hay de todo, desde cosas muy caras hasta objetos bastante económicos. En realidad todo dependerá del alcance de nuestro bolsillo en relación a aquello que pretendemos conseguir; no obstante, en ocasiones a veces muy puntuales según quien sea el interesado, se reciben regalos o materiales heredados de alguna forma, y que según sea la valía que les demos pueden representar verdaderos tesoros por un motivo u otro.
Otra cuestión fundamental es también saber reconocer hasta cuánto podemos gastar. Hay que manejar muy bien el impulso, pues como sabemos hay adicciones que llegan a arruinar a las personas, y el coleccionismo entra de pleno en las dependencias peligrosas.
Hoy en día existen, como mencioné al principio, muchas opciones para que cualquier coleccionista pueda desarrollar lo que aquí se trata, resultando lo más reciente y directo moverse a través de internet en las páginas de venta de artículos de segunda mano, después buscar en mercadillos, trato con amistades u otros aficionados, coleccionistas, etc.; mientras que el material actual siempre es más accesible para localizar.
El caso del bético que atesora el material de sus recuerdos en verde y en blanco suele ser rara avis, insusual, mas aún cuando el ampliar, clasificar y conservar esa memoria se convierte en su vocación. Sin embargo, aquel coleccionista, llamémosle "serio", suele pasar muy desapercibido en el ojo de lo cotidiano, pues normalmente acostumbra a comentar su afición en círculos pequeños o cerrados y no siempre con otros recopiladores. Sin embargo existen excepciones, pero insisto, son pocas.
El perfil del coleccionista de fútbol suele responder a un tipo discreto en la mayoría de los casos, poco dado a comentar su afición ante la gente casual o cotidiana, sin que esta particularidad afecte a que en las relacionas sociales no oculte sus colores balompédicos. Este matiz probablemente esté relacionado con la competencia en este sector. No obstante, repito, hay muchos coleccionistas conocidos en todos los ámbitos, y en el del fútbol también.
El asunto del coleccionismo relacionado con el Betis es aún en nuestros días una actividad poco llamativa para el seguidor verdiblanco, pero aunque el bético por norma acostumbra a no interesarse por la Historia de su Club, digamos que a partir de principios de los 90 increscendo hasta nuestros días, prolifera el merchandising decorativo y deportivo, básicamente en productos oficiales, haciendo hincapié en lo primero en los últimos años, favoreciendo el interés por adquirir productos de esta clase.
Como coleccionista relativamente reciente, propongo al interesado que esté comenzando o que aún no haya empezado, una división sencilla, que a mi entender se dispone de: 1º ) Artículos decorativos, oficiales o no: elementos de menaje, vasos, jarras, edredones, sábanas, cojines, bufandas, despertadores, figuras varias, llaveros, etc; 2º ) Se supone lo de, a mi juicio, más valor: Cartelería, fotografías, postales, posters, calendarios, entradas de partidos, camisetas oficiales, documentos oficiales, pasquines de eventos, cromos.....Por supuesto, este esquema es arbitrario. Pero estableciendo una somera comparación, pongamos un ejemplo: un coleccionista preferiría antes una fotografía original de los años, digamos, 50 o 60, en lugar de un plato con el escudo del Betis, pues la imagen representa a unos protagonistas que vivieron un momento real del Club, mas la fotografía deportiva en aquellos años era escasa comparado con ahora, además que ya no se realiza en el mismo material; mientras que una sencilla vasija puede ser replicada indefinidamente, ya sea en algún típo de plástico o cualquier otro material.
Termino animando desde aquí a aquellos béticos que lo deseen, a iniciar o continuar su colección, que no la dejen. En mi caso iré mostrando poco a poco todo lo que he podido reunir desde 2006, que es cuando me tomé en serio el asunto. Tampoco olvido a aquellos coleccionistas que he conocido, pues algunos se han dejado auténticas inversiones en tiempo y dinero para conseguir magníficas colecciones particulares que no dejan de ser asombro de quienes apreciamos esta singular afición.
El perfil del coleccionista de fútbol suele responder a un tipo discreto en la mayoría de los casos, poco dado a comentar su afición ante la gente casual o cotidiana, sin que esta particularidad afecte a que en las relacionas sociales no oculte sus colores balompédicos. Este matiz probablemente esté relacionado con la competencia en este sector. No obstante, repito, hay muchos coleccionistas conocidos en todos los ámbitos, y en el del fútbol también.
El asunto del coleccionismo relacionado con el Betis es aún en nuestros días una actividad poco llamativa para el seguidor verdiblanco, pero aunque el bético por norma acostumbra a no interesarse por la Historia de su Club, digamos que a partir de principios de los 90 increscendo hasta nuestros días, prolifera el merchandising decorativo y deportivo, básicamente en productos oficiales, haciendo hincapié en lo primero en los últimos años, favoreciendo el interés por adquirir productos de esta clase.
Como coleccionista relativamente reciente, propongo al interesado que esté comenzando o que aún no haya empezado, una división sencilla, que a mi entender se dispone de: 1º ) Artículos decorativos, oficiales o no: elementos de menaje, vasos, jarras, edredones, sábanas, cojines, bufandas, despertadores, figuras varias, llaveros, etc; 2º ) Se supone lo de, a mi juicio, más valor: Cartelería, fotografías, postales, posters, calendarios, entradas de partidos, camisetas oficiales, documentos oficiales, pasquines de eventos, cromos.....Por supuesto, este esquema es arbitrario. Pero estableciendo una somera comparación, pongamos un ejemplo: un coleccionista preferiría antes una fotografía original de los años, digamos, 50 o 60, en lugar de un plato con el escudo del Betis, pues la imagen representa a unos protagonistas que vivieron un momento real del Club, mas la fotografía deportiva en aquellos años era escasa comparado con ahora, además que ya no se realiza en el mismo material; mientras que una sencilla vasija puede ser replicada indefinidamente, ya sea en algún típo de plástico o cualquier otro material.
Termino animando desde aquí a aquellos béticos que lo deseen, a iniciar o continuar su colección, que no la dejen. En mi caso iré mostrando poco a poco todo lo que he podido reunir desde 2006, que es cuando me tomé en serio el asunto. Tampoco olvido a aquellos coleccionistas que he conocido, pues algunos se han dejado auténticas inversiones en tiempo y dinero para conseguir magníficas colecciones particulares que no dejan de ser asombro de quienes apreciamos esta singular afición.
